Dos años después de la desaparición física de Néstor Kirchner se abre
la posibilidad de mirar con un poco de perspectiva histórica lo que
significó su vida política. Hasta ahora sólo se podía realizar una
mirada afectiva –positiva o negativa– sobre su figura o un análisis
sobre las formas que tomaría o tomaba el país sin su figura política.
Todos esos caminos de abordar el hecho más conmovedor y conmocionante de
los últimos diez años –la muerte de un conductor político en actividad–
ya fueron transitados. Ahora, creo, es necesario comenzar con el
balance sobre lo que significó Néstor Kirchner y sobre las cosas que
volvió a significar el ex presidente de la Nación.
CABALGANDO CONTRA EL VIENTO
Por Ricardo Forster*
Cabalgando contra esa desolación y viniendo de una
tierra lejana, cuyo nombre no deja de tener resonancias míticas y
fabulosas, un viejo militante de los setenta, aggiornado a los cambios
de una época poco dispuesta a recobrar espectros dormidos, derramó
sobre una sociedad, primero azorada y luego sacudida por un lenguaje
que parecía definitivamente olvidado, un huracán de transformaciones
que no dejaron nada intocado y sin perturbar.
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